ANIMATEA A MEZCLAR EL ESTILO MEDITERRÁNEO CON EL NÓRDICO

El estilo mediterráneo y el nórdico tienen muchos elementos en común. Sabiéndolos combinar se pueden crear ambientes acogedores y con mucho estilo, pero que mantengan la esencia austera que caracteriza a ambos estilos. Te proponemos ocho ideas para que descubras cómo combinarlos con acierto.

El color blanco, y la luminosidad que transmite, es una de las claves que comparten el estilo nórdico y el mediterráneo. Utilízalo para crear atmósferas serenas y relajantes en cualquier ambiente, ya sea en el living, dormitorios, cocina o baño.

Consejo: Agrega elementos de fibras vegetales: esparto, mimbre o ratán, como alfombras, iluminación u otros complementos decorativos,

Los pisos de mosaico hidráulico son una pieza característica del estilo mediterráneo. Combina este tipo de pavimentos con mobiliario de corte nórdico, de líneas rectas, en tonos de madera natural o en blanco para crear espacios que se complementan en armonía.

Consejo: En el comedor, jugate con la combinación de sillas contemporáneas y piezas clásicas.

Usa estampados geométricos, de marcado estilo nórdico, para decorar espacios de carácter contemporáneo en forma de alfombras y textiles decorativos para plaids y almohadones.

Consejo: Elegilos preferiblemente en colores neutros en blanco, beige y gris.

Agrega iconos del diseño nórdico, como la silla número 7 de Arne Jacobsen, arquitecto y diseñador industrial danés. Este clásico del diseño escandinavo, de mediados de los 50, encaja en espacios de estilo mediterráneo. Sus características curvas y los distintos acabados disponibles se adaptan siempre a casi cualquier situación y espacio.

Consejo: Fíjate en otras piezas del diseñador danés más internacional, como la silla Egg –inspirada en el Sillón Womb de Eero Saarinen– la silla Swan o la Drop, diseño que se inspira en la forma de una gota de agua.

Eligi elementos de carácter orgánico para diseñar muebles originales en forma de cabecero o mesitas de noche. Si sos más atrevida, arriesgate por las piezas recuperadas/restauradas.

Consejo: Con unas puertas antiguas, unos viejos pórticos de madera o una estructura de hierro fundido podes conseguir crear cabeceros que aportarán singularidad a tu dormitorio.

Elegí el amarillo como alternativa colorista para decorar el living o el dormitorio. Hacelo con pequeños detalles textiles sobre la cama o en forma de accesorios y complementos decorativos. Las tonalidades amarillas, que van desde los dorados a los ocres y mostaza, pasando por los amarillos limón y los más ácidos, forman parte de la gama cromática más atrevida del estilo nórdico.

Consejo: Para mantener el carácter más sobrio del espacio, mézclalo únicamente con tonos grises, blancos, beiges y negros (no mucho).

En el baño, jugá con elementos de madera natural y piezas de obra para el mueble bajolavabo y en la bañera o ducha. Combina colores claros y luminosos, como el blanco y el beige, con algunos detalles en gris.

Consejo: Sustituí los clásicos toalleros de pared por una escalera de madera o bambú.

Animate a combinar materiales propios del estilo mediterráneo como el barro cocido o la piedra con cemento pulido y madera, característicos del estilo nórdico, para jugar con las texturas.

Consejo: Enfatizá el carácter rústico de un espacio, sin perder sobriedad, usando un solado que simule pequeños cantos rodados.